Los líderes inteligentes reconocen que deben transformar la forma en que comprometen los recursos, los socios, los clientes y los proveedores hacia arriba y hacia abajo en la corriente de valor. Deben cambiar la forma en que planifican y ejecutan como empresa. Abrazar, apoyar y liderar la cultura e infraestructura corporativa hacia la mejora continua, la entrega, la transformación y la agilidad.
Al final del día, se trata de entregar lo correcto, correctamente; en el momento oportuno. Es igual para todas las empresas: grandes o pequeñas, aquellas que tienen un producto perfecto o un servicio excepcional, empresas públicas o privadas, con fines de lucro o no; se deben satisfacer las necesidades y deseos del cliente. Creemos que aquí es donde «la entrega cumple con el valor». Aquí es donde las herramientas y las personas se convierten en una; y el valor se vuelve tangible y es capaz de capitalizarlo.